Sócrates (en griego, Σωκράτης, Sōkrátēs) (470 – 399 a. C.) fue un filósofo griego considerado como uno de los más grandes, tanto de la filosofía occidental como de la universal. Fue el maestro de Platón, quien tuvo a Aristóteles como discípulo; estos tres son los representantes fundamentales de la filosofía griega. Nació en Atenas, donde vivió durante los dos últimos tercios del siglo V a. C., la época más espléndida en la historia de su ciudad natal, y de toda la antigua Grecia. Fue hijo de Sofronisco – motivo por el que en su juventud lo llamaban Sōkrátēs iōs Sōfronískos (‘Sócrates hijo de Sofronisco’) –, de profesión cantero, y de Fainarate, comadrona, emparentados con Arístides el Justo. Su inconformismo lo impulsó a oponerse a la ignorancia popular y al conocimiento de los que se decían sabios, aunque él mismo no se consideraba un sabio, aun cuando uno de sus mejores amigos, Querefonte, le preguntó al oráculo de Delfos si había alguien más sabio que Sócrates, y la Pitonisa le contestó que no había ningún griego más sabio que él. La sabiduría de Sócrates no consiste en la simple acumulación de conocimientos, sino en revisar los conocimientos que se tienen y a partir de ahí construir conocimientos más sólidos.
Esto le convierte en una de las figuras más extraordinarias y decisivas de toda la historia; representa la reacción contra el relativismo y subjetivismo sofista, y es un singular ejemplo de unidad entre teoría y conducta, entre pensamiento y acción. A la vez, fue capaz de llevar tal unidad al plano del conocimiento, al sostener que la virtud es conocimiento y el vicio ignorancia.
PENSAMINETO ONTOLOGICO
Para Sócrates, utilizando la dialéctica (método puramente interrogativo), comprendía que la ontología no podía entenderse como una aporía (que expresa o que contiene una inviabilidad de orden racional) en un sentido radical: lejos de deberse a factores subjetivos o existenciales tales como la ignorancia de la respuesta. Se pone de manifiesto que la cuestión del sentido de "ser", básico en la metafísica, presenta este carácter de manera ejemplar. Sostenía que todos los sustantivos se refieren a entidades existentes. En este sentido, la mente, en lugar de referirse a una entidad, se refiere a una colección de sucesos mentales experimentados por una persona.Para los Sofistas, la ontología dirige su atención a temas más típicamente humanos: la reflexión ética, la búsqueda de una fundamentación de la práctica moral y política, la indagación sobre las posibilidades del conocimiento humano.
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